Paisajes

    Balthasar Burkhard

El gran fotógrafo de paisaje Ansel Adams diferenciaba entre la utopía de un mundo natural puro con un paisaje aun por descubrir, y la necesidad de contar la(s) histoira(s) –a partir de la fotografía- del paisaje ya existente.

 

El paisaje puede ser “narrado” de formas muy distintas según el “alfabeto visual” utilizado por cada fotógrafo en sus trabajos, y no existe, así, un paisaje arquetípico al que sólo cabe fotografiar, sinó muchos paisajes que esperan a ser “narrados”.

 

Cada fotógrafo realiza una aproximación distinta al paisaje que puede convertirse tanto en el lugar privilegiado de la observación y la meditación (Elger Esser), como en el centro de una reflexión más sociológica (al estilo de Alexander Gronsky) donde se nos pone de manifiesto que es el entorno el que modela el estilo de vida de sus moradores y no al revés.

 

El paisaje, por último, puede ser abordado desde la reverencia estética  pero sin abandonar, al mismo tiempo, una aproximación psicológica que individualiza los elementos que lo componen y los convierten, ya no en escenario pasivo captado por el fotógrafo, sinó en actores activos que invitan a ser fotografiados para “contarse a sí mismos” (es el caso de los icebergs de Camille Seaman).